Una tímida camarera saludó a la madre sorda de un multimillonario: su lenguaje de signos dejó atónitos a todos

Mientras ella volvía a entrar, Evan se apoyó contra la pared del callejón, procesando el encuentro. La gente no reaccionaba así cuando ocultaba pequeños errores. Lena era una mujer que intentaba sobrevivir. Comprendió que lo que había sufrido iba más allá de una ruptura dura o un despido.

No parecía estar evitando a la gente porque hubiera hecho algo malo. Parecía haber sido defraudada por alguien en quien confiaba. Y por primera vez, Evan sintió una rabia aguda y clara, dirigida contra quienquiera que le hubiera provocado ese miedo a ser humana y a relacionarse con la gente.