Un hombre esconde el pasaporte de su novia como broma y ella desaparece sin dejar rastro..

En su portátil, Adam abrió el perfil de Clara en LinkedIn. Se quedó sin aliento cuando la página se cargó en blanco, salvo por una silueta genérica. La cuenta había sido desactivada. No había historial laboral, publicaciones ni rastro alguno de que hubiera trabajado en algún sitio.

A continuación abrió su Instagram. Donde antes había fotos de viajes, selfies e instantáneas de los dos juntos, ahora solo quedaba un puñado de imágenes genéricas: una taza de café, una puesta de sol, el escaparate de una librería. Nada personal. Nada identificable.