De repente, una mujer junto a la entrada de la tienda reconoció a Derrick, con el teléfono en la mano y los ojos brillantes de urgencia. «¿No eres tú el tipo que intenta salvar a su perro?», le preguntó con la respiración entrecortada. Derrick se quedó helado, recordando las misteriosas notificaciones de su teléfono. ¿Podrían estar relacionadas con esto?
Ella se acercó, la pantalla del teléfono iluminando la frágil imagen de Rusty, con vías intravenosas y una desgarradora petición de donaciones. «Se ha hecho viral», dijo sin aliento, desplazándose por los comentarios. «Gente de todas partes está enviando dinero» Los ojos de Derrick se abrieron de par en par, y el pánico y la emoción chocaron mientras trataba de procesar esta sorprendente noticia.