Un veterano es acosado por una empresa constructora para que venda su casa; cuando se niega, lo llevan demasiado lejos

Llevaban camisas planchadas, pantalones oscuros y portaban portapapeles. Uno de ellos señalaba hacia la cresta mientras otro tomaba notas. El tercero permanecía inmóvil, hablando por teléfono. Walter se quedó mirando un rato, con la taza calentándole las palmas de las manos.

Aquel campo había pertenecido a los Crawford antes de que se trasladaran al oeste. No conocía a nadie que lo hubiera comprado después. Por lo que él sabía, los hombres eran gente de seguros o compradores que comprobaban el suelo. Aun así, los trajes no debían estar aquí.