Un veterano es acosado por una empresa constructora para que venda su casa; cuando se niega, lo llevan demasiado lejos

Aquella noche lo rellenó con tierra del jardín y murmuró para sí que no volvería a ocurrir. Y así fue. A la noche siguiente, otro conductor utilizó su entrada para dar la vuelta. Los pesados neumáticos rompieron el borde del parterre.

Walter salió furioso, con los puños cerrados, pero el camión ya se había alejado. Lo único que dejó tras de sí fue el olor del tubo de escape y una mancha de barro en la valla. Pronto quedó claro que los daños no habían sido accidentales. Una noche, justo después de la puesta de sol, un camión de cemento se detuvo al borde del solar en construcción, con los faros apuntando directamente a las ventanas delanteras.