Su hijastra se quedó con la herencia de su marido y recibió una sorprendente carta del banco

Gwen estaba sentada en la mesa de la cocina, hojeando un viejo álbum de fotos. No había planeado sacarlo hoy, pero el silencio que reinaba en la casa le impedía hacer mucho más. Había pasado un mes desde la muerte de Albert, pero todo seguía en pausa, como si esperara su regreso.

Se detuvo en una foto de los dos, de pie frente a su casa, con los brazos enlazados. El jardín estaba en mal estado, pero sonreían como si no importara. La habían tomado poco después de mudarse. Aquella casa había vivido sus mejores y peores días.