Una niña de 7 años hace una señal secreta a su perro: el juez interrumpe el juicio

Se trataba del caso del orfanato de Santa Elena, el incendio que consumió la mitad del dormitorio oeste, se cobró una vida y dejó a una ciudad discutiendo por la culpa. Había empezado como una tragedia y se había convertido en un escándalo, en el que el dinero y la moralidad ardían juntos a la vista del público.

El acusado, Jacob Wells, trabajador de mantenimiento, estaba sentado en silencio en la mesa de la defensa, con los hombros caídos. No era la viva imagen de la culpabilidad. Parecía exhausto, un hombre enterrado bajo circunstancias demasiado pesadas para levantarlas.