Una mujer encuentra a su perro en el patio trasero, ¡y lo que ocurrió a continuación le hizo llorar!

Maya desvió la mirada hacia la puerta. Juno estaba hecho un ovillo cerca de la estufa, con el pecho subiendo y bajando a un ritmo profundo y satisfecho. El resplandor de la llama parpadeaba sobre su pelaje empapado. No había dejado su tarea sin terminar. Ni una sola vez. No hasta que llegó la ayuda.

Esperaron juntos a que pasara la tormenta. Los truenos se convirtieron en estruendos lejanos y la lluvia se ablandó contra las ventanas. En cuanto el móvil de Maya recuperó la señal, llamó al 911. Una ambulancia acudió a por Ester y Juno, envuelta en una manta, fue llevada al veterinario para comprobar si sufría hipotermia.