Una mujer encuentra a su perro en el patio trasero, ¡y lo que ocurrió a continuación le hizo llorar!

Pasó una mano por debajo del hombro de la mujer y la ayudó a levantarse con esfuerzo. «Gracias», murmuró, temblando. «Me he resbalado. Creo que me he hecho daño en la mano. No encuentro mi bastón» Maya miró por la zona y lo vio: un bastón blanco medio enterrado en la hierba y unas gafas cerca.

Las cogió rápidamente y se las puso en las manos. El perro se acercó dando saltitos y acercó su cara a la de la mujer, lamiéndola con avidez. Una débil sonrisa se dibujó en sus labios mientras acercaba la mano al pelaje mojado del perro. «Has encontrado a alguien», susurró. «Buen chico, Juno. Lo has conseguido»