Catherine asintió, todavía concentrada en la forma distante. Volvió a emerger brevemente y luego se hundió. Había algo de lentitud en el movimiento, como si estuviera luchando. No podía explicar por qué, pero se sentía… cansada. Tal vez fuera el instinto, un presentimiento que le decía que estaba en apuros.
Mientras John levantaba el ancla, Catherine no perdía de vista la forma oscura que tenía delante. Parecía acercarse cada vez más a la orilla, como si la corriente la empujara hacia ella. Una hilera de pájaros permanecía a lo largo de las dunas, inusualmente quietos, observando.