Con manos temblorosas, llevó su portátil al sofá, equilibrándolo junto a su café, ahora frío. Una rápida búsqueda de «Boston charity gala blue banner emblem» mostró docenas de imágenes. Y allí estaba -el diseño exacto-, en el sitio web de una conocida fundación artística. El pulso se le aceleró a su pesar.
La página de eventos de la fundación confirmaba que la gala de anoche había sido suya. Al hojear los comunicados de prensa, no encontró ninguna mención al collar o al joven. Sin embargo, las fotografías del lugar coincidían perfectamente. Se inclinó más hacia la pantalla, mientras la lluvia repiqueteaba al compás de los latidos de su corazón.