Una semana después, los temblores cesaron. La operación de ventilación estabilizó la cresta, evitando lo que los titulares llamaron más tarde «un desastre natural evitado por los pelos» La costa resistió. Las familias regresaron a sus hogares intactos, sin saber que su seguridad dependía de un hombre que había pasado casi dos décadas durmiendo en una cama de hospital.
Los periodistas inundaron la Oficina en busca de detalles. Los primeros informes mencionaban «datos de archivo anónimos» Una vez verificada la identificación, un comunicado oficial corrigió el registro: La investigación recuperada del Dr. Caleb Ward constituyó la base de la respuesta de emergencia. Sólo Helen y Rachel comprendieron cuánto tiempo habían esperado esos datos para ser creídos.
