Volvió a susurrar, esta vez más alto, pero las sílabas se confundieron. «Ma…rr…in…rr…evacuar» Los músculos de su cuello se tensaron; los sensores parpadearon en rojo, registrando un pulso acelerado por algo más profundo que el dolor. Helen le sostuvo el hombro, murmurando calma, aunque la inquietud se extendió por su pecho como un eco subterráneo.
«Tranquilo», le dijo. «Estás en el Memorial Medical Center» Él parpadeó como si las palabras no significaran nada, con la mirada recorriendo la sala de máquinas, pantallas digitales y luz estéril. Para un hombre que había estado consciente por última vez hacía tanto tiempo, incluso la seguridad debía de parecerle desconocida, como despertar en el futuro por error.
