Nunca fui la favorita de mi padre-26 años después descubrí por qué

Era su madre quien hacía tolerables las vacaciones, quien instaba a su padre a la urbanidad, quien llenaba la casa de pequeñas atenciones que suavizaban los bordes de su silencio. Miriam sospechaba que sin ella no quedaría nada que los uniera. Cuando murió su madre, el equilibrio se vino abajo.

La calidez que antes amortiguaba los silencios de su padre desapareció, dejando sólo una cruda distancia. Los hermanos de Miriam se alejaron aún más; Daniel se mudó al otro lado del país, Elise se dedicó a trabajar, mientras que Miriam, casi por defecto, se convirtió en la que permanecía más cerca.