Si se hubiera reído en vez de insistir. El recuerdo tenía el peso de una bisagra; antes de él, su padre seguía siendo accesible; después, la distancia se convirtió en un muro. No era sólo que se hubiera vuelto más cortante con ella. Era la forma en que su paciencia con los demás parecía expandirse en contraste, como si su sola presencia fuera el irritante.
No podía entender por qué se había vuelto tan cortante con ella, por qué su paciencia se agotaba más rápido cuando era ella la que hacía preguntas. Cada vez que la dejaba de lado, se quedaba perpleja, preguntándose qué había hecho mal esta vez. Cuanto más se esforzaba por reconquistarlo, más se apartaba.