Una noche, después de ver una película juntos, John sintió que era el momento adecuado para revelar su condición a Chloe. Sus intenciones eran buenas: confiaba plenamente en ella, pero un malestar persistente le empujó a expresar sus necesidades. Esperaba que la aceptación de su enfermedad le proporcionara la tranquilidad que tanto anhelaba.
«Tengo algo que pedirte», empezó John. «Hay una petición que quiero hacer, antes de que demos este paso de vivir juntos» Chloe, felizmente inconsciente de lo que John estaba a punto de pedir, estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para asegurar su felicidad. Le entusiasmaba la perspectiva de compartir un hogar con su amado.