Una abuela supera a unos pastores codiciosos que intentaron quedarse con todos sus ahorros

Toda la sala estaba conmocionada por lo sucedido. Se oyen murmullos por todas partes y todo el mundo empieza a hablar del pastor. La cara del pastor se puso roja de ira y vergüenza.

Justo cuando Víctor estaba a punto de anunciar la cantidad dejada como legado para la organización benéfica, ocurrió algo sorprendente. La puerta se cerró de golpe y Víctor sonrió. Todos miraron hacia la puerta, pero no había nadie.