Un pescador creía haber encontrado una almeja enorme, pero palidece al mirar dentro

La mañana había empezado rutinaria: cielo encapotado, corrientes constantes, gaviotas tranquilas. Rowan había puesto rumbo hacia aguas más profundas que rara vez visitaba, un lecho marino recientemente remodelado por feroces tormentas. Los lugareños afirmaban que las tormentas desenterraban reliquias olvidadas, pero Rowan siempre desestimaba tales advertencias. Hoy, observando olas desconocidas, se preguntaba si esas historias tendrían algo de verdad.

Cuando bajó las redes, el barco dio un bandazo antinatural, como si algo enorme se hubiera enganchado debajo. Tardó largos y tensos minutos en liberar la red. La frustración se hizo latente hasta que vislumbró la corpulenta figura encajada entre las cuerdas. Su silueta, redondeada y deliberada, le produjo un escalofrío inesperado.