Durante la cena, Nathan y la señora García hablaron durante horas. Nathan estaba ansioso por saberlo todo sobre su familia y su educación. La señora García le contó historias sobre Gabriel y detalles de la infancia de Nathan antes de la adopción.
Nathan escuchaba atentamente y se maravillaba de los extraños parecidos que tenía con Gabriel. Le sorprendía encontrar partes de sí mismo en esas historias familiares. Lena pudo ver cómo crecía el sentimiento de pertenencia de Nathan. El reencuentro había curado una herida en el corazón de todos.