Un águila arrebata un gato del patio – ¡Lo que descubren los vecinos te dejará boquiabierto!

Uno a uno, vecinos y desconocidos fueron llegando al porche. Algunos llevaban linternas, otros botas de montaña y caras decididas. El corazón de Samantha se retorció de gratitud. No se lo esperaba, no creía que tanta gente se preocupara. Al verlos se liberó, aunque sólo fuera un poco, del peso que le oprimía el pecho.

El grupo de búsqueda debatió rápidamente por dónde empezar. La pista más clara procedía de un adolescente que le había enviado un mensaje antes: había visto un águila volando hacia el denso bosque que bordeaba la ciudad. Sin una dirección mejor que seguir, acordaron que el bosque sería su primer campo de batalla.