Un padre repudia a su hijo recién nacido y acusa a su mujer de ser infiel

La idea le oprimió el pecho, había sido su sueño más que el de ella. Ahora, cuando por fin era real, él se había ido. Aquella noche apenas pudo dormir. El bebé se agitaba a su lado, con sus pequeñas respiraciones constantes y tranquilas, mientras Emily permanecía despierta, contando los segundos entre los crujidos de la casa.

En algún momento antes del amanecer, se levantó en silencio, avanzando en la oscuridad hacia su dormitorio. La habitación aún olía ligeramente a él, a loción para después del afeitado, a detergente, a algo que ya parecía un recuerdo. Dudó ante el armario. Nunca antes había rebuscado entre sus cosas. Pero esta vez era diferente.