Su madre llevó un vestido de novia a su boda: la reacción del novio la dejó atónita

La organización de la boda trajo consigo una buena dosis de estrés, emoción y alegría, pero también despertó emociones que Ashley creía haber enterrado hacía tiempo. Cada decisión parecía resonar en su memoria: flores, música, tradiciones… pequeños recuerdos de ausencia que se entremezclaban en momentos que debían ser de celebración.

Se encontró deseando que su madre, que había fallecido cuando ella tenía tres años, estuviera viva para ver esta parte de su vida, para ayudarla a ponerse el vestido y para ofrecerle consejos que sólo una madre puede dar. La nostalgia afloraba inesperadamente, aguda y dolorosa, incluso en días destinados a la felicidad.