Una manada de lobos irrumpe en una escuela primaria y una profesora llora al ver lo que lleva uno de ellos en la boca

Tina, con el corazón todavía acelerado por el encuentro, negó con la cabeza, con la voz teñida de incertidumbre. «No tengo ni idea, James. No sé adónde nos llevan» Con James justo detrás de ella, siguieron avanzando por el espeso bosque.

A medida que se adentraban, los angustiosos ruidos que había oído antes se hacían más fuertes a cada paso, creando una siniestra banda sonora para su viaje. Los sonidos parecían reverberar entre los árboles, y la tensión en el aire se hacía palpable. Finalmente, llegaron al origen de los ruidos: un viejo y oscuro pozo.