Una manada de lobos irrumpe en una escuela primaria y una profesora llora al ver lo que lleva uno de ellos en la boca

En lugar de atacar como ella había temido, el lobo alfa hizo algo completamente anormal. Bajó la cabeza y agachó las orejas. A continuación, golpeó suavemente el pantalón de Tina con el hocico, tirando suavemente de él como si intentara comunicarle algo. A Tina le dio un vuelco el corazón. Había esperado agresividad, pero este gesto era de confianza y desesperación.

Tina sintió alivio al darse cuenta de que los lobos no eran una amenaza. Los animales buscaban ayuda. Sin embargo, los policías, malinterpretando el gesto, entraron en pánico y empezaron a gritar a Tina que retrocediera. Sus gritos asustaron a los lobos, que salieron corriendo hacia la puerta principal.