Escalofríos y emociones: ¡Fotos increíbles que tendrás que ver dos veces!

A la intriga se añade la inquebrantable quietud de las ranas, incluso en presencia de un espectador. Su disciplina a la hora de mantener la formación, sin que les moleste la presencia del fotógrafo, aumenta el misterio. Este momento surrealista, mezcla de serenidad y extrañeza, nos hace reflexionar sobre la vida secreta de estas enigmáticas criaturas.

La espeluznante sonrisa de esta granada tiene un extraño parecido con la planta carnívora de «La pequeña tienda de los horrores» Mientras que aquella era una Venus atrapamoscas, nuestra amiga frutal parece estar haciendo un excelente trabajo imitando su amenazador comportamiento. Es un juguetón recordatorio de cómo incluso las frutas más ordinarias pueden sorprendernos con apariciones extraordinarias.