Un camión pierde su carga en la autopista y el conductor se da cuenta..

La recogida fue en una finca privada a las afueras de la ciudad. Dan vio puertas de hierro, leones de piedra y un camino lo bastante largo como para perder de vista la carretera principal. Los focos brillaban a través de la niebla cuando Dan llegó al muelle de carga. Esperaba gente de la mudanza, pero en su lugar había hombres trajeados y silenciosos.

No se presentaron ni hablaron mucho. Se limitaron a señalarle el muelle y empezaron a cargar. Las cajas parecían uniformes. No llevaban marcas y estaban selladas herméticamente, pero cada una sonaba como si pesara una tonelada. Comprobó dos veces los papeles y murmuró: «Muebles, ¿eh?» Nadie dijo nada.