El cachorro vino corriendo, agitando las orejas como alas. Jamie lo cogió en brazos y, esta vez, Meera también se acercó a la barrera. Se sentó y emitió un sonido bajo y suave. Casi parecía un gracias en voz baja.
El cachorro vino corriendo, agitando las orejas como alas. Jamie lo cogió en brazos y, esta vez, Meera también se acercó a la barrera. Se sentó y emitió un sonido bajo y suave. Casi parecía un gracias en voz baja.