Pasaron diez minutos tranquilos. Meera ni se inmutó. Cuando Jamie le devolvió suavemente a Mordisquitos, el cachorro saltó a su lado como un niño que vuelve a casa. Meera le lamió la cabeza y volvió a tumbarse. Más tarde, llamaron a Jamie. «Técnicamente, Mordisquitos es tuyo», empezó Asha. Jamie la cortó suavemente.
«Si él es feliz, y ella es feliz… que se quede. Seguiré visitándole. Sólo quiero que sean felices» El zoo emitió un comunicado. Los titulares inundaron Internet: «Tigre adopta cachorro», «Lazo improbable derrite corazones» Los visitantes se agolpaban en la exposición. Los niños llevaban rayas de tigre y orejas de perro.