Un hombre encuentra una «serpiente» en su retrete – Cuando el experto la ve, susurra: «Eso no es una serpiente…»

Al encontrarse con el perro errante, Amir se puso en contacto con las autoridades, que le remitieron a un refugio de animales cercano. Al principio, el personal del refugio estaba tan confundido como él al oír la historia. Contemplaron la posibilidad de capturar al perro y buscarle una familia adoptiva, pero pronto se dieron cuenta de que eso no desvelaría el misterio que se ocultaba tras las aventuras diarias del perro y su propósito.

Podía haber alguien esperando al perro en casa o podía estar cuidando cachorros, y el personal no podía estar seguro. En consecuencia, el personal del refugio tomó la decisión de colocar un rastreador al perro para seguir sus movimientos. Aunque ganarse la confianza del perro fue todo un reto, lo consiguieron con la ayuda de Amir.