Un hombre encuentra una «serpiente» en su retrete – Cuando el experto la ve, susurra: «Eso no es una serpiente…»

Antes de que pudiera comprender del todo la situación, un grupo de hombres con trajes oscuros invadió su espacio vital. A John le sorprendió su repentina aparición, y el hecho de que no les hubiera oído entrar hizo que un escalofrío de incomodidad recorriera su espina dorsal. Se preguntó quién podría haberles dejado entrar, pero la rápida progresión de los acontecimientos le dejó poco tiempo para pensar en este misterio.

Los hombres, en su actitud profesional, ignoraron por completo a John, centrándose únicamente en el cuarto de baño donde se encontraba el objeto de la intriga. Sus conversaciones en voz baja flotaban en el aire, salpicadas por algún tono grave que confirmaba las sospechas de John: en efecto, se trataba de un asunto grave.