Un hidroavión realiza un aterrizaje de emergencia en el océano y se topa con piratas, ¡pero lo que hacen los pilotos para sobrevivir los deja a todos atónitos!

Noah ajustó los flaps, comenzando el descenso. «Tenemos que golpear el agua plana. La nariz hacia arriba. Sin ángulo, sin inmersión, o daremos una voltereta y nos separaremos» Jamie no respondió. Se limitó a agarrarse a los lados del asiento, con la mandíbula apretada.

El océano parecía aparentemente en calma, pero ambos pilotos sabían que no era así. Un toque equivocado -demasiado pronto, demasiado brusco- y el hidroavión podría abrirse en pedazos con el impacto. El metal se arrugaría. Los conductos de combustible se romperían. No habría una segunda oportunidad.