Los oficiales subieron a bordo con rapidez, gritando órdenes en varios idiomas. Noah sintió que le cortaban las cuerdas. Un oficial le sujetó el hombro. «¿Se encuentra bien, señor?» Noah asintió. «No… no pudimos detenerlos»
«Se mantuvieron firmes», dijo el oficial. «¿Esa sirena? Esa fue la señal final que necesitábamos. Teníamos vuestra ubicación general, pero esa explosión nos dio vuestro punto exacto» Jamie se echó a reír, atónito. «Me senté encima por accidente» El oficial sonrió: «Suerte de accidente»