Su codo golpeó el acelerador y su espalda se estrelló contra un gran interruptor rojo que decía «AUX EMERGENCY». Una sirena resonó en el hidroavión como una sirena de niebla enloquecida. Los cinco piratas se sobresaltaron.
Uno de ellos gritó algo, presa del pánico, cuando el avión empezó a rodar ligeramente. Otro perdió el equilibrio y cayó contra la caja abierta. Una de las cajas más pequeñas se volcó y se estrelló contra el suelo, derramando su delicado contenido: cajas de plata, aparatos electrónicos, piezas de hardware que ahora repiqueteaban y rebotaban por la cabina.