La expresión resignada de Samuel permaneció en la mente de Leah mientras se la llevaban. Leah salió de la habitación con un torbellino de pensamientos. El breve encuentro le había dejado más preguntas que respuestas sobre la situación de Samuel.
No podía ignorar la persistente sensación de que Samuel había salido mal retratado en las noticias. Sus ojos tenían una profundidad de humanidad que no encajaba con la imagen de un criminal. Leah estaba decidida a descubrir la verdadera historia de su detención y a limpiar su nombre.