Abuela (72) da a luz. El médico le dice: «Se lo advertí», cuando vuelve con los resultados de las pruebas

Tula firmó el formulario, pero su mente no estaba en el consentimiento. La fecha de nacimiento incorrecta permaneció en su cabeza más tiempo del esperado. La enfermera lo había corregido de forma casual, con un rápido trazo de su bolígrafo. Pero había algo que le picaba, como una palabra que había oído mal y no podía olvidar.

Se recordó a sí misma que los hospitales eran lugares muy concurridos. Los errores ocurrían. Aun así, no fue el único. Un técnico le había preguntado si «ya había vuelto» durante su primera exploración, aunque ella no lo conocía. Otra enfermera había dicho que traía un escáner para «Tula A.», antes de corregirse y salir de la sala sin dar explicaciones.