El televisor murmuraba en voz baja en un rincón al caer la tarde. Tula miró más allá. Respiraba lenta y pesadamente. La habitación le pareció más pequeña que por la mañana. Más observada. Más escenificada. Como si alguien estuviera esperando a que ella tomara una decisión en la que no creía.
Una enfermera entró en silencio con un portapapeles. «¿Señora Abraham? Sólo necesito su firma para el panel genético ampliado» Tula cogió el bolígrafo, la mano le temblaba ligeramente. Echó un vistazo al formulario, al principio sólo de soslayo, hasta que sus ojos captaron el texto impreso: Fecha de nacimiento: 7 de mayo de 1980.