Abuela (72) da a luz. El médico le dice: «Se lo advertí», cuando vuelve con los resultados de las pruebas

¿Pero esto? Esto no parecía creación. Parecía confusión. Como si alguien le hubiera puesto encima la palabra «embarazada» y ésta se negara a encajar. Se tocó el estómago, no con ternura, sino en busca de la razón. ¿Qué debía hacer? ¿Estaba realmente embarazada?

No dijo nada de esto en voz alta. Ashley ya cargaba con el peso. Tula podía verlo en sus ojos: el cálculo inquieto. La preocupación. La vacilación ante cualquier consuelo. ¿Cómo iba a hacerlo? ¿Cómo podía consolar a su madre por aquel extraño diagnóstico si ni ella misma lo entendía?