Como consecuencia del comportamiento irresponsable de Tom, fue despedido de su puesto en el zoo. Sin embargo, esto fue sólo el principio de una respuesta más amplia. La dirección del zoo, en colaboración con las autoridades competentes, puso en marcha una investigación exhaustiva para abordar la situación de forma global.
El objetivo de la investigación era examinar todos los aspectos del cuidado de los animales y los protocolos de alimentación para garantizar que no se repitiera un incidente tan inquietante. Se centró en revisar y revisar los procedimientos actuales, reforzar la formación del personal y aplicar una supervisión más estricta.