Un ex perro policía ladra al ataúd de su antiguo dueño y revela el secreto que se llevó a la tumba

Jason asintió, sintiendo que una pesada carga se aligeraba ligeramente de sus hombros. Sabía que se había arriesgado, pero era un riesgo que podría conducirle a la verdad. Al salir de la comisaría, el mundo exterior parecía diferente. Quizá ahora por fin encontrara respuestas. Lo que no sabía era que esas respuestas llegarían antes de lo que había previsto…

A la mañana siguiente, Jason estaba sentado a la mesa del desayuno, disfrutando de la compañía de su tía Christel. Ella y su tío habían asumido de buen grado la responsabilidad de cuidarle la casa, evitándole la soledad de una casa vacía y la incomodidad de dormir en un lugar que no parecía su hogar. Después de todo, le había asegurado a Susan, ya había sufrido más que suficiente.