Con rapidez, reunió a un pequeño equipo de personal de seguridad y les informó de su plan para recuperar el control del yate. Los piratas en cubierta se sentían cada vez más inquietos en el silencio antinatural que siguió al apagado de los motores.
La quietud del yate les desorientaba, y su falta de experiencia con un navío tan grande les hacía sentirse perdidos y vulnerables. Ethan sabía que tenía que actuar con rapidez y decisión. Preparó una trampa con equipo no letal, preparándose para un enfrentamiento.