Esta anciana vive en un viejo cobertizo, ¡pero espere a ver su interior!

Se divertía, reía y bromeaba con los otros niños, dejando a un lado las preocupaciones por su padre y los inquietantes pensamientos sobre el cobertizo. Por un momento, todo parecía normal. El olor a hierba fresca, el sonido del bate al golpear la pelota… estaba en paz.

Pero entonces, sucedió. Uno de sus amigos lanzó la pelota con demasiada fuerza, haciéndola volar por encima de la valla, directa hacia el patio del cobertizo. Todos se detuvieron y palidecieron al ver dónde había caído la pelota. Inmediatamente, los niños se dispersaron, todos huyendo como si la pelota hubiera caído en un pozo de veneno.