Esta anciana vive en un viejo cobertizo, ¡pero espere a ver su interior!

A James no le entusiasmaba la idea de mudarse, y menos justo antes de las vacaciones de verano. A los 11 años, dejar atrás a sus amigos le resultaba más difícil de lo que pensaba. Su madre estaba entusiasmada con la casa más grande y el vecindario más tranquilo, pero a James le parecía una despedida para la que no estaba preparado.

Cuando el coche entró en Glendale Hills, James miró las calles bordeadas de árboles altos y jardines bien cuidados. Todo el vecindario parecía perfecto, el tipo de lugar donde las familias hacen barbacoas y los vecinos se saludan. Todo era tranquilo, pacífico, casi demasiado perfecto para el gusto de James.