Un mono arrastra a su cachorro y su dueño se sorprende al descubrir la verdad

Era posible que el mono que se había llevado a Coco se hubiera equivocado, pensando que era un objeto más, una bolsa o un teléfono. Los monos eran animales de costumbres, entrenados para coger cualquier cosa que pareciera valiosa o inusual.

Pero Coco no era un premio; era de la familia. Y Gabriel sabía que no podría descansar hasta encontrarla. A cada segundo que pasaba, el miedo a lo que pudiera haberle ocurrido a Coco se hacía más intenso.