Un niño desaparece de un crucero y años después encuentra a sus padres

Lucas levantó la vista bruscamente, pero antes de que la abuela pudiera responder, Daisy interrumpió. «Mamá está cansada. A veces confunde las cosas», dijo suavemente, pasando ya la página. «Eso era de un viaje a la playa» Su voz era demasiado brillante, demasiado rápida. Lucas sintió que algo en su interior se endurecía. La página había pasado.

Aquella noche, mientras la casa yacía pesada por el sueño, Lucas permaneció despierto, con la mente a mil por hora. No podía deshacerse de la imagen de aquella foto: la barandilla, el océano, el dinosaurio en su mano. Necesitaba respuestas, no suposiciones. En silencio, entró en el despacho de su padre, con el corazón palpitante, y abrió el archivador.