Un niño desaparece de un crucero y años después encuentra a sus padres

Acción de Gracias llegó con la promesa de ruido y calor. Daisy y Lucy se pasaron el día en la cocina, trajinando entre el horno y las encimeras, con las risas a cuestas. Lucas intentó ayudar, pero le espantaron con las manos enharinadas y fingida exasperación. «Ve a poner la mesa», sonrió su hermana Lucy.

Por la tarde, los familiares llegaron en tropel: tíos, tías, primos y abuelos. La casa se llenó de voces y olores: canela, salvia, pavo asado. Durante un rato, Lucas se dejó llevar por el ambiente. Bebió sidra, jugó con su sobrina e incluso olvidó el nudo que tenía en el pecho. Durante un rato.