Una mujer dona un riñón para salvar la vida de su novio, que rompe con ella tras la operación

Los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas. Sus manos temblaban mientras se agarraba al borde de la puerta. «No puedo…», murmuró, alejándose de ellos. «Ni siquiera puedo mirarte» Pasó junto a Maya, junto al detective, junto al porche, bajó los escalones, bajó por el camino de entrada y salió por la puerta sin mirar atrás.

El silencio que dejó tras de sí era pesado. El detective se volvió hacia Aiden. «Has sido denunciado a la junta médica. Se ha informado a tu jefe. Se presentarán cargos penales» Aiden no discutió. Se quedó allí de pie -ahora solo- viendo cómo el lío que había montado acababa por pasarle factura.