Una mujer dona un riñón para salvar la vida de su novio, que rompe con ella tras la operación

A la mañana siguiente, el dolor se había atenuado hasta convertirse en una punzada soportable. Le preguntó a otra enfermera: «¿Puedo visitar a Aiden hoy? ¿Sólo un minuto?» La enfermera sonrió comprensiva. «Creo que ya le han dado el alta. Voy a ver…»

Tocó la pantalla e hizo una pausa. «Sí, se fue ayer por la tarde. Dijo que se sentía lo bastante fuerte como para recuperarse en casa» Maya la miró fijamente. «Pero… no se despidió» La enfermera colocó con cuidado los papeles del alta en la bandeja. «Quizá sólo necesitaba espacio para descansar. Son cosas que pasan»