El corazón de Kevin se aceleró con una mezcla de adrenalina y alivio. El breve pero intenso enfrentamiento había sido inquietante, pero cuando la cabina volvió a la normalidad, los pasajeros volvieron a sus asientos, intercambiando miradas y conversaciones tranquilas.
Los objetos robados fueron cuidadosamente documentados y asegurados como prueba. La detención del hombre fue recibida con alivio por los pasajeros, que habían seguido con ansiedad el desarrollo de los acontecimientos.