En ese momento, todo encajó para Claire. Dave siempre rondando por el concesionario, era él intentando volver a los buenos tiempos en los que aún tenía dinero, éxito y orgullo. Claire, sin saberlo, se había hecho amiga del antiguo propietario, que ahora le prestaba un trabajo como nueva gerente. A veces, ser amable merece la pena.
