¿Alguien puede ayudar? Un hombre herido se desploma en una calle atestada de gente

Mientras hablaba con el operador, no perdía de vista a Joe, con el corazón compungido por el hombre en estos momentos de necesidad. Tras finalizar la llamada, se centró en mantener a Joe lo más cómodo posible mientras esperaba la llegada de los servicios de emergencia.

Se quitó la chaqueta y se la puso con cuidado por encima, utilizándola como manta improvisada para protegerle de las bajas temperaturas. La chaqueta, aunque modesta en su calidez, era un pequeño gesto de cariño ante su sufrimiento. Sophia se inclinó hacia Joe y le habló en voz baja, como si sus palabras pudieran tender un puente entre su angustia y el consuelo que necesitaba.